Querido Proceso,

Ya hace un par de añitos que empezamos este trayecto 🎢 y no ha sido nada fácil. Todo empezó sin mucha importancia, porque tocaba de cierta forma 🤷🏼‍♀️ y aceptar las heridas, creencias, traumas… no era nada fácil e incluso le restaba importancia. Pero ¡wow! 😳 ya son más de 4 años que empezó todo, no ha sido consistente siempre, pero ahí fue que todo empezó. ❤️‍🩹

He aprendido mucho en mi proceso y también se han activados miedos que no tenía. He aprendido a conectar con las personas, pero también a dejar ir. He aprendido que no siempre tengo que dar cien por ciento, pero que nunca pare de hacer lo mejor que yo pueda. He aprendido a identificar a quien pedirle ayuda y que el ser querido que no cumple con ser red apoyo no es mala persona. He aprendido tantas cosas en este proceso. 🥹✨

Y seguimos. He visto resultados en mi mundo emocional, ahora sí conecto con mis emociones y ya no la ignoro. He visto resultados en mis relaciones interpersonales dándole un nuevo sentido de pertenencia e importancia. He visto resultados en mi autoestima y amor propio. Pero también veo como me ha costado y aún sigo aprendiendo (o batallando) con mi síndrome del impostor, mi relación con la comida, sintiéndome cómoda poniendo límites o el simple hecho de no abandonar mi proceso terapéutico cuando me siento ‘bien’.

Qué lindo ha sido este proceso. Qué lindo es poder apreciarlo y confirmarlo hora. Qué lindo es llorar por felicidad. Pero creo que lo más bonito que he tenido es que aprendí a valorarte, querido proceso, en el momento presente. 🌦️🌈